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La adquisición o el fortalecimiento de las competencias se forja de forma gradual mediante la ejecución de diferentes tareas/proyectos de aprendizaje. Esto significa que para fines del diseño de la instrucción se pueden clasificar las tareas por nivel de dificultad. Aunque hacen referencia al mismo problema o situación (clases de tareas) varían de acuerdo a varios factores como son el contexto en el cual se desarrollan, la forma en la que se presentan y las variables que se consideran para su resolución o ejecución, entre otros.
Las tareas de aprendizaje pertenecientes a la misma clase pueden realizarse sobre la misma base de conocimientos (información teórica y procedimental). Para facilitar el aprendizaje, es recomendable que los estudiantes comiencen a trabajar con la clase de tareas de menor dificultad y vayan realizando tareas de mayor dificultad, hasta terminar con la clase más difícil que representa los casos y problemas que los egresados enfrentarán en su vida profesional.
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